Tras las elecciones del pasado 29 de junio el mapa político comienza a reconfigurarse en el peronismo. Las candidaturas impulsadas inicialmente por la agrupación Norte Emergente han tenido buen resultado, no solo generando expectativas en las localidades, sino que también avizorando un posible armado departamental. Juan Pablo Suligoy, apodado “el niño de oro”, sorprendió ganando la interna justicialista en Reconquista y luego se impuso cómodamente en las elecciones generales. En Villa Ocampo, Diego Bajú logró un segundo lugar, renovando la banca que el peronismo ponía en juego y en Florencia, donde el PJ pierde la intendencia en un escenario al menos bochornoso, Walter Vallejos logra una banca tras una muy buena elección. El actual presidente del Concejo de Las Toscas, César López, y los concejales Belén Zoloaga y Gustavo Volkart de Villa Ocampo completan la nómina de este grupo de jóvenes dirigentes que marca presencia en cuatro de las seis ciudades del departamento.
La semana pasada tuvo lugar una reunión de la que, además de los mencionados, participó el intendente de la ciudad de Reconquista, la figura más fuerte que hoy tiene el peronismo en el departamento. Está claro que, más allá de los logros locales, el peronismo comenzó a reagruparse en la región.
Además, hay que considerar la recuperación de la comuna de Villa Ana en manos de Iván Alfonso Rodríguez y la elección de Roque Chávez en Villa Guillermina que retuvo la comuna cómodamente. En Las Toscas se renovó una banca de concejal, al igual que en Malabrigo y también Feldman renovó mandato al frente de la comuna en Ingeniero Chanuerdié.
EN VILLA OCAMPO
A nivel local, la apuesta de renovar con figuras jóvenes tuvo frutos y la lista impulsada por Volkart logró un segundo lugar tras una muy buena elección. Bajú, concejal electo, ocupará la banca que deja Volkart en diciembre para integrar el bloque opositor junto a Belén Zoloaga. Así, con figuras jóvenes, el peronismo ocampense apuesta a rearmarse con vistas a 2027. El principal desafío será lograr la unidad entre los diversos sectores justicialistas, algo que ya desde la campaña vienen sosteniendo como “necesario” para poder pensar en la disputa por la intendencia.